📖 Versículo clave:
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”
— Apocalipsis 2:4 (RVR1960)
Reflexión:
Con el paso del tiempo, es fácil que nuestra relación con Dios se enfríe. Al inicio de la vida cristiana todo era pasión, gozo y entrega: buscábamos a Dios con anhelo, orábamos con fervor y servíamos con alegría. Sin embargo, las rutinas, las pruebas y las distracciones de la vida pueden robarnos esa devoción sincera.
Jesús le recordó a la iglesia de Éfeso que había dejado su primer amor. No era que hubieran dejado de trabajar para Él, porque seguían sirviendo, pero lo hacían sin la misma pasión del comienzo. El Señor no busca solo nuestras obras, sino nuestro corazón.
Volver al primer amor es recordar de dónde nos sacó Dios, renovar nuestro tiempo de intimidad con Él y decidir amarle con frescura cada día. El amor inicial puede ser restaurado si volvemos al secreto de la oración, a la meditación en su Palabra y a una obediencia sencilla y sincera.
Hoy, el Señor te llama a evaluar tu caminar. ¿Tu fe se ha vuelto rutina? ¿Tus oraciones son repetitivas? ¿Tu servicio es mecánico? Vuelve a tu primer amor, porque allí encontrarás la verdadera fuente de gozo y poder.
Oración:
Señor, perdóname si he dejado enfriar mi amor por ti. Restaura en mí el gozo de tu salvación y despierta en mi corazón la pasión del primer día. Enséñame a buscarte con sinceridad y a caminar contigo con amor renovado cada mañana. Amén.
COMPARTE ESTE DEVOCIONAL CON ALGUIEN MÁS, SEGURO NECESITA LEERLO.
0 Comentarios