DEVOCIONAL DIARIO- SOMOS LA SAL DE LA TIERRA

 


📖 Versículo clave:

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.”

— Mateo 5:13 (RVR1960)


Reflexión

La sal en tiempos de Jesús tenía dos funciones principales: preservar los alimentos y dar sabor. Cuando Jesús dijo a sus discípulos que eran la sal de la tierra, estaba afirmando que su presencia debía impedir la corrupción moral del mundo y, al mismo tiempo, darle sentido y propósito a la vida de quienes los rodeaban.

Hoy, como creyentes, tenemos la misma responsabilidad. Nuestra manera de vivir, nuestras palabras y decisiones pueden frenar la decadencia espiritual en nuestra familia, comunidad y sociedad. El cristiano que vive en obediencia a Dios añade “sabor” a la vida: esperanza en medio del dolor, amor en medio del odio, paz en medio de la ansiedad.

Pero Jesús también advirtió: si la sal pierde su sabor, deja de cumplir su propósito. Si nos dejamos llevar por la indiferencia, la tibieza o el pecado, corremos el riesgo de que nuestro testimonio pierda fuerza y no influya en nadie. Ser sal de la tierra es un llamado a ser auténticos, firmes y diferentes, no por orgullo, sino porque Cristo habita en nosotros.

Oración

Señor Jesús, gracias por recordarme que me has llamado a ser sal en este mundo. Ayúdame a vivir de manera que mi vida preserve lo bueno y contagie esperanza a quienes me rodean. Que mis palabras traigan aliento y mi ejemplo glorifique tu nombre. No permitas que pierda mi sabor, sino que cada día sea fiel a tu propósito. Amén.

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