📖 Versículo clave:
“Pero el Señor me dijo: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”
— 2 Corintios 12:9 (RVR1960)
Reflexión:
Cuando pensamos en un “llamado extraordinario”, a menudo imaginamos grandes hazañas, plataformas visibles o momentos de gloria. Sin embargo, en la Palabra vemos que los llamados más trascendentes muchas veces comenzaron en lo ordinario: Moisés cuidando ovejas, David siendo pastor, Eliseo arando el campo, Pedro reparando redes.
El llamado extraordinario no se define por la grandeza de la tarea, sino por el Dios que llama. Él toma lo débil para mostrar Su fuerza, lo pequeño para manifestar Su grandeza, y lo insignificante a los ojos del mundo para revelar Su gloria.
Tu llamado no depende de tus capacidades, sino de la gracia que te sostiene. Dios te eligió con propósito, y aunque a veces sientas que no eres suficiente, recuerda que Su poder se perfecciona en tu debilidad. El llamado extraordinario es caminar cada día confiando en que Dios hará lo imposible a través de lo sencillo.
Oración:
Señor, gracias porque me has llamado con un propósito eterno. Ayúdame a recordar que no es por mis fuerzas, sino por tu gracia, que puedo responder a tu voz. Haz que mi vida, aun en lo cotidiano, refleje tu gloria y cumpla tu llamado extraordinario. Amén.
COMPARTE ESTE DEVOCIONAL CON ALGUIEN MÁS, SEGURO NECESITA LEERLO.
0 Comentarios