📖 Versículo clave:
“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes.”
(Salmos 92:12-14, RVR1960)
Reflexión
Hay temporadas en la vida donde sentimos que todo a nuestro alrededor se ha secado: la fe debilitada, las fuerzas agotadas, los sueños marchitos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda que en Él hay esperanza de reverdecer.
Así como la naturaleza nos enseña que después del invierno viene la primavera, en tu vida también habrá un tiempo de renuevo. Lo que hoy parece árido, Dios lo puede volver fértil. Su Espíritu trae nueva vida, nueva pasión y nuevo propósito.
El justo no depende de las circunstancias externas para florecer, sino de sus raíces profundas en Dios. Cuando permaneces plantado en la casa del Señor, cuando tu confianza está en Él, entonces tus hojas no se marchitan y siempre habrá fruto a su tiempo (Salmo 1:3).
Reverdecer es más que recuperarse: es resurgir con más fuerza, con un brillo renovado y con una fe más firme. Lo que estaba dormido en ti, Dios lo despertará. Aun en tu vejez, aun después de las pruebas, aun cuando creías que era el final… reverdecerás.
Oración
Señor, gracias porque Tú eres mi Dios de esperanza y de renuevo. Aunque haya atravesado momentos de sequía, confío en que Tú me darás nuevas fuerzas. Hazme reverdecer en mi fe, en mis sueños, en mi llamado, y que mi vida dé fruto para Tu gloria. Amén.
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